Visita á ExpOtaku co IES de Catabois


 

O pasado 26 de maio xuntámonos cos participantes no Club de Manga do IES de Catabois para asistir á ExpOtaku. 

Comezamos a xornada nos Xardíns Méndez Núñez cunha xincana para tratar de conseguir que o alumnado se coñecese e puidese colaborar. Con esa intención, organizamos varios grupos mixtos de seis integrantes (tres alumnos de distintas idades de cada instituto) que deberon resolver dous retos:

a) Unir as opcións correctas.

1

MANUEL CURROS ENRÍQUEZ

Foi ministro do goberno republicano no exilio.

2

EMILIA PARDO BAZÁN

Foi o primeiro presidente da Real Academia Galega.

3

DANIEL RODRÍGUEZ CASTELAO

Morreu en Cuba.

4

MANUEL MURGUÍA

Para poder acudir á universidade tivo que disfrazarse de home.

5

WENCESALO FERNÁNDEZ FLÓREZ

Traballou como médico da Armada en Ferrol.

6

EDUARDO PONDAL

Odiaba a José Echegaray.

7

RAMÓN MARÍA DE VALLE INCLÁN

Durante a guerra civil española marchou exiliado a Holanda.

8

CONCEPCIÓN ARENAL

Foi a primeira muller socia do Ateneo de Madrid.

 b) Escoller un dos seguintes textos, localizar nos Xardíns o monumento do autor, e gravar diante do mesmo a súa lectura:

Por amainala conciencia guindei co meu título de médico no fondo dunha gabeta, e busquei outra maneira de me valer. As xentes xa non sabían que eu era dono de tan tremenda licencia oficial; mais unha noite foron requiridos os meus servicios.


Era domingo. Melchor, o taberneiro, agardaba por min ó pé da porta. Deume as "boas noites" e rompeu a chorar, e por entre os saloucos saíanlle as verbas tan estruchadas que soamente logrou dicirme que tiña un fillo a morrer.

O pobre pai turraba por min, e eu deixábame levar, enfeitizado pola súa dor. ¡Despois de todo eu era médico titulado e non podía negarme! E tiven tan fortes anceios de compracelo que sentín xurdir nos meus adentros unha grande ciencia...


Cando chegamos á casa de Melchor logrei arriarme das súas mans, e con finxido acoitamento confeseille que sabía pouco da carreira...


-Repara que hai moitos anos que non visito enfermos.


E entón Melchor, facendo un esforzo, díxome quedamente:


-O meu fillo xa non precisa de médicos. Eu xa sei que o coitado non pasa da noite. E váiseme, señor; ¡váiseme e non teño ningún retrato seu!

O Retrato, Castelao

 

Nouturnio

 

Da aldea lexana fumegan as tellas;
detrás dos petoutos vai póndose o sol;
retornan prós eidos coa noite as ovellas
tiscando nas beiras o céspede mol.
 
Un vello, arrimado nun pau de sanguiño,
o monte atravesa de cara ó piñar.
Vai canso; unha pedra topou no camiño
e nela sentouse pra folgos tomar.
 
-¡Ai! –dixo-, ¡que triste!
¡que triste eu estou!
I on sapo, que oía,
repuxo: -¡Cro, cro!
 
¡As ánemas tocan!... Tal noite como esta
queimóuseme a casa, morreume a muller;
ardeume a xugada na corte, i a besta,
na terra a semente botouse a perder.

 

Vendín prós trabucos bacelos e horas
e vou polo mundo de entón a pedir;
mais cando non topo pechadas as portas
os cans sáienme a elas e fanme fuxir.
 
-Canta, sapo, canta;
ti i eu ¡somos dous!...
I o sapo, choroso,
cantaba: -¡Cro, cro!

                    Manuel Curros Enríquez

 

Cuando la razapa entró, cargada con el haz de leña que acababa de me rodear en el monte del señor amo, el tío Clodio no levantó la cabeza, entregado a la ocupación de picar un cigarro, sirviéndose, en vez de navaja, de una uña córnea, color de ámbar oscuro, porque la había tostado el fuego de las apuradas colillas.

Ildara soltó el peso en tierra y se atusó el cabello, peinado a la moda «de las señoritas» y revuelto por los enganchones de las ramillas que se agarraban a él. Después, con la lentitud de las faenas aldeanas, preparó el fuego, lo prendió, desgarró las berzas, las echó en el pote negro, en compañía de unas patatas mal troceadas y de unas judías asaz secas, de la cosecha anterior, sin remojar. Al cabo de estas operaciones, tenía el tío Clodio liado su cigarrillo, y lo chupaba desgarbadamente, haciendo en los carrillos dos hoyos como sumideros, grises, entre el azuloso de la descuidada barba

Sin duda la leña estaba húmeda de tanto llover la semana entera, y ardía mal, soltando una humareda acre; pero el labriego no reparaba: al humo ¡bah!, estaba él bien hecho desde niño. Como Ildara se inclinase para sopla y activar la llama, observó el viejo cosa más insólita: algo de color vivo, que emergía de las remendadas y encharcadas sayas de la moza... Una pierna robusta, aprisionada en una media roja, de algodón...

-¡Ey! ¡Ildara!

-¡Señor padre!

-¿Qué novidá es esa?

-¿Cuál novidá?

-¿Ahora me gastas medias, como la hirmán del abade?

Incorporóse la muchacha, y la llama, que empezaba a alzarse, dorada, lamedora de la negra panza del pote, alumbró su cara redonda, bonita, de facciones pequeñas, de boca apetecible, de pupilas claras, golosas de vivir.

-Gasto medias, gasto medias -repitió sin amilanarse-. Y si las gasto, no se las debo a ninguén.

-Luego nacen los cuartos en el monte -insistió el tío Clodio con amenazadora sorna.

-¡No nacen!... Vendí al abade unos huevos, que no dirá menos él... Y con eso merqué las medias.

                    Las medias rojas, Emilia Pardo Bazán

 

Un día llegaron unos hombres a la fraga de Cecebre, abrieron un agujero, clavaron un poste y lo aseguraron apisonando guijarros y tierra a su alrededor. Subieron luego por él, le prendieron varios hilos metálicos y se marcharon para continuar el tendido de la línea.

Las plantas que había en torno del reciente huésped de la fraga permanecieron durante varios días cohibidas con su presencia, porque su timidez es muy grande. Al fin, la que estaba más cerca de él, que era un pino alto, alto, recio y recto, dijo:

-Han plantado un nuevo árbol en la fraga.

Y la noticia, propagada por las hojas del eucalipto que rozaban al pino, y por las del castaño que rozaban al eucalipto, y por las del roble que tocaban las del castaño, y las del abedul que se mezclaban con las del roble, se extendió por toda la espesura. Los troncos más elevados miraban por encima de las copas de los demás, y cuando el viento separaba la fronda, los más apartados se asomaban para mirar.

-¿Cómo es? ¿Cómo es?

-Pues es -dijo el pino- de una especie muy rara. Tiene el tronco negro hasta más de una vara sobre la tierra, y después parece de un blanco grisáceo. Resulta muy elegante.

-¡Es muy elegante, muy elegante! -transmitieron unas hojas a otras.

-Sus frutos -continuó el pino fijándose en los aisladores- son blancos como las piedras de cuarzo y más lisos y más brillantes que las hojas del acebo.

Dejó que la noticia llegase a los confines de la fraga y siguió:

-Sus ramas son delgadísimas y tan largas que no puedo ver dónde terminan. Ocho se extienden hacia donde el sol nace y ocho hacia donde el sol muere. Ni se tuercen ni se desmayan, y es imposible distinguir en ellas un nudo, ni una hoja ni un brote. Pienso que quizá no sea esta su época de retoñar, pero no lo sé. Nunca vi un árbol parecido.

El bosque de Cecebre, Wenceslao Ferández Flórez

 

As almas escravas

As almas escravas,
De ideas non grandes,
  Van pensando mil cousas femíneas,
Molentes e infames.

Mil soños forxando,
Que o ánimo agobian;
  Arrastrando infamantes cadeas,
Cal brandos ilotas.

Espíritos brandos,
Espritos muliebres;
  Sedentarios, que lenta consome,
E mórbida febre.

Mais a alma do bardo,
Enérxica, ousada,
Que audaz libertade,
Tan só soña e ama;
  Vai pensando en propósitos férreos,
Que ergueran a patria!

                    Eduardo Pondal

 

Rosa de sanatorio

Bajo la sensación del cloroformo
me hacen temblar con alarido interno,
la luz de acuario de un jardín moderno.
y el amarillo olor del yodoformo.

Cubista, futurista y estridente,
por el caos febril de la modorra
vuela la sensación, que al fin se borra,
verde mosca, zumbándome en la frente.

Pasa mis nervios, con gozoso frío,
el arco de lunático violín;
de un si bemol el transparente pío

tiembla en la luz acuaria del jardín,
y va mi barca por el ancho río
que divide un confín de otro confín.

                    Ramón María de Valle-Inclán

 

 

Para incentivar a colaboración, decidimos que cada un dos integrantes do grupo gañador podería escoller un manga dun dos postos da ExpOtaku.

E todos se lanzaron con entusiasmo á tarefa encargada.


 
Aquí temos aos vencedores, que fixeron un percorrido triunfal arredor dos Xardíns para celebrar o seu éxito.
 

E despois de celebrar a victoria, marchamos por fin á ExpOtaku!!!

Por suposto, os profesores fomos moi preparados para a ocasión.


E, xa na feira, todos desfrutamos un montón.

Os gañadores escolleron os seus mangas.
 
E, tras a fotografía de grupo, marchamos moi satisfeitos por ter feito moitos novos amigos e amigas.

Realmente desfrutamos dunha xornada estupenda!!!


 



Comentarios

Entradas populares de este blog

CLUB DE LECTURA ALUMNADO PT: LAS AVENTURAS DE TOM SAWYER

CLUB DE ADULTOS: BENVIDOS AO NORTE